CONFIARLE TU VIDA A UNA PERSONA

Seguramente alguna vez te han dicho que debes tener cuidado al confiarle tu vida a una persona. A decir verdad yo no entendía muy bien a qué se refería esta expresión, suena tonto ya lo sé, pero yo solía confiar en las personas por "default".


CONFIARLE TU VIDA A UNA PERSONA


Y puesto que confiaba en las personas solía contarle de mi vida a los amigos que iba adquiriendo por la vida. Y luego llegó él, que además de mi amigo se convirtió en mi novio. Si confiaba en la gente, con mucha mayor razón confiaba en mi pareja y le contaba todo, hasta que un día descubrí que todo lo que yo le contaba se lo decía a su mejor amiga, la cual, dicho sea de paso, no sabía guardar nada.

Cuando descubrí aquello me enfadé, porque aquello se sumaba a los muchos defectos de él que me hacían sentir mal, evidentemente la relación no funcionó y yo me sentía bastante decepcionada. Es curioso, después de eso llegué a platicar con un allegado de esa chica, recuerdo que usé una frase en particular, algo así como "por favor no le digas a ella porque no quiero que mi ex se entere", el muchacho me respondió "no digas eso, ella no es así" y yo le dije: "No los conoces, se cuentan todo".

Después de mucho tiempo él regresó, ya saben, llegan y te dicen que ya cambiaron, que lo lamentan mucho, que te extrañan, que te quieren de vuelta; y claro, tú quieres a la persona, sólo detestas cómo te trata, pero si ya cambió (como te gustaría creer aunque sepas que la gente no cambia) por qué no dar otra oportunidad. Y una se engaña solita y cae redondita.

Así que. anoche aprendí dos cosas:

1) Cuando te dicen que debes tener cuidado en confiarle tu vida a una persona, hay que hacer caso. Particularmente significa que no porque el chico o la chica te guste, quiere decir que sean dignos de confianza.

2) Cuando alguien te dice que ya cambió huye, porque a menos que se haya ido de viaje de aventuras en alguna inhóspita selva y encontrado la mágica fuente del cambio de personalidad, difícilmente te tratará diferente a como lo ha hecho durante meses o años.

Le di otra oportunidad a este chico, le abrí las puertas de mi casa, lo dejé convivir con mi familia, lo invité a conocer mis costumbres. Muchas de ellas le molestaron, y cada vez que yo le preguntaba si estaba de acuerdo con ellas o si le causaban conflicto, la respuesta era: Claro que no amor. Así tan dulce y con la sonrisa en la boca. Y yo me lo tragaba completo.

Y entonces cómo me di cuenta de que no estaba de acuerdo con nada de aquello y que de hecho le enojaba bastante, obvio, por su amiga, que en medio de una reunión se le ocurrió gritar a todo pulmón "ya me enteré que no hicieron X porque estabas haciendo Y", a menos de cinco horas de qué él y yo hubiéramos tenido una discusión al respecto y en donde me aseguraba que no tenía ningún problema, que todo estaba bien, que sólo se había sentido algo incómodo pero que ya había pasado.

Y de repente, ese ser en el que yo confiaba plenamente y que pensaba que confiaba en mi para contarme cualquier cosa, estaba ahí parado enfrente de mi tratando de callarle la boca a su amiga y preguntándome después con cara de angustia: ¿estás enojada?. Claro, le respondí aún en medio de mi asombro: ¿tú qué crees?, aunque por dentro estaba pensando algo así como: No pedazo de idiota, me hace tan feliz que hables mal a mis espaldas con todas nuestras amistades.

Le reclamé, se indignó y me espetó que si entonces él no tenia derecho a contarle a sus amigas como se sentía. Claro que tiene derecho, pero su relación de pareja es conmigo, no con su amiga, le pregunté mil veces si algo le molestaba y mil veces me lo negó, en cambio me vengo a enterar por terceras personas.

Se supone que lo primero que debería haber en una relación es confianza y respeto, él no me los tuvo, e infortunadamente yo ya los perdí. Porque ahora sólo me pregunto sobre qué otras cosas se habrá quejado de mi, o qué partes de mi vida privada andará contando por ahí, además de que creo que sólo la gente estúpida hace esas cosas.

Así que anoche corté con él, o lo intenté, me pidió que no lo hiciera, que lo perdonara, que fue un error que no volverá a suceder. Y aunque sé que no es verdad, me ganó el corazón nuevamente, y nuevamente quise confiar en su palabra, a pesar de que sé que esa palabra no tiene valor.

La verdad, me gustaría poder encontrar una pareja en la que sí pueda confiar.