En serio, odio mi trabajo y no sé cómo es que llegó a pasar.
Al principio jamás me pasó por la cabeza el sólo pensar en la frase "odio mi trabajo", pero sucedió. Antes era todo tan divertido: nuevas personas, la oportunidad de trabajar en una organización que hace algo por la gente, buena paga.
Y después de dos años de estar haciendo las mismas cosas, con el mismo salario (resulta que con la retención de impuestos no es tan buena paga), trabajando incluso fines de semana y dejando dinero entre pasajes y reposiciones que nunca llegan, es el momento de decir: "Odio mi trabajo".
Realmente odio mi trabajo porque resultó ser una gran decepción, pensé que trabajar en una organización llena de activistas sería y genial, y sí el activismo es genial... cuando no trabajas en el movimiento. Afuera como activista, tú puedes usar el chaleco, juntar firmas, ser igual que el resto de tus colegas y que te tomen en cuenta. Adentro, quizás te tomen en cuenta si eres responsable de área, pero no cuando eres la chica que contesta los teléfonos.
Y no importa que haya pasado cuatro años de mi vida en la universidad, que sepa desarrollar proyectos con objetivos y metas, que tenga una alta capacidad de análisis.
Todo eso no cuenta porque al momento de asistir a una reunión no falta el hombre que te pregunta ¿y quién va a contestar el teléfono?; no importa porque cuando das información por teléfono o presencialmente, forzosamente quieren ver al Director o al Responsable de Área, porque tú seguramente no sabes (aunque el Responsable de Área termine diciéndole exactamente lo mismo que tú le dirás, o peor, que te pregunte a ti qué decirle); no importa porque igual tienes una jefa que te trata como tonta por ser más joven y por ser tu jefa, que se la pasa diciéndote como vestir, cómo hablar, como criar a tus hijos (sin importar que ella sea una bruta que se le pasa gritándole a su hija de ocho años); no importa porque cuando llega alguien de visita tú sólo estás ahí para "recibir con una enorme sonrisa".
Este debe ser el peor trabajo que he tenido y por eso lo odio, no hay estímulos ni nadie que te trate como gente inteligente, la paga es miserable y si se te ocurre hablar de un aumento de sueldo entonces eres una oportunista malagradecida, con tantos que estarían muriendo por un empleo, con la situación como está. Porque si hablas de explotación laboral significa entonces que no tienes compromiso.
Lo peor de todo es que es cierto, no es tan fácil conseguir trabajo, y por eso uno se ve obligado aquí a aguantar cual esclavo romano, en espera de poder comprar su libertad, o lo que es lo mismo: "mientras encuentro otra cosa".
Odio mi trabajo porque todo el mundo cree que es lo máximo trabajar aquí, será porque no saben que una chica renunció porque se sentía invisible y los compañeros la trataban como si fuera un ogro sólo por hacer su trabajo. O que otro se fue porque sentía que nadie lo quería aquí, y tenía razón: de hecho el Director se quejaba constantemente de que él no era la persona idónea para ese puesto pero que había que conformarse porque es lo que podíamos pagar ¿cómo puedes hablar así de tu propio equipo de trabajo?
Odio mi trabajo porque cuando alguien renuncia, lo primero que dicen aquí es: "que bueno, porque si no hubiera costado mucho dinero pagar un despido injustificado".
Odio mi trabajo porque es un mundo de hipocresía en donde todos se van juntos de parranda, comen juntos, se hacen fiestas de cumpleaños y se hacen obsequios; pero cuando los escuchas hablar en los pasillos, se la pasan hablando mal unos de otros, con burlas y con hartazgo.
Pero aunque odie mi trabajo no queda otra que aguantar, hasta encontrar otro o sacarme la lotería, lo que suceda primero.
0 Response to "ODIO MI TRABAJO"
Publicar un comentario
Escribe tus comentarios... quejas y reclamos también